viernes, 13 de julio de 2012

Adiós Trinidad Gelfenstein... buen viaje.





Que pena y que duro debe ser despedir a uno de tus hijos. Me pongo en el lugar de sus padres, y siento su impotencia de sentarte al lado de su cama y ver que aún en este siglo XXI exista la absurda y retrógrada idea de negar la donación de órganos, hasta por encima de los deseos del fallecido.

Creo de todo corazón que, considerando un universo en que existe un ser superior (que para mi es Dios y para ti puede ser yahveh, allah, etc.), considero que se nos ha sido regalado el don de la ciencia, lo que permite que la vida se propague en la forma de transplantes.

Dona tus órganos!... yo donaré los mios! Lo que tu ya no uses le puede servir al hijo de alguien... asi como tu propio hijo puede necesitar un órgano de alguien, cosa que no le deseo a nadie.

Te recomiendo que veas la pelicula 7 almas.. wena!

Apoya campañas y promueve la idea...

Para que nunca más pase lo que le ocurrió a Trinidad, que ahora descansa en paz, pero que murió innecesariamente por el egoismo, llamando las cosas por su nombre, de quien cree que en el más allá le dará uso a su cuerpo mortal.

Visita www.transplante.cl y apoya por las redes sociales.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO,CREO QUE UNO TIENE QUE ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS QUE LA "DONACION DE ORGANOS" ES LA MEJOR OPCION PARA QUE LAS PERSONAS QUE TIENE LA POSIBILIDAD DE VIVIR,LO PUEDAN HACER ATRAVES DE ESTE MEDIO

Unknown dijo...

Así es !!! mis hijos están todos convencidos !